miércoles, 27 de agosto de 2014

Truco PIR 2

Queridos Piradillos! Aquí os dejamos todos los trucos que habéis ido mandando en estas últimas dos semanas:































 

Y hasta aquí esta entrega, os esperamos cada martes en twitter, gracias a todos los que habéis participado con vuestras aportaciones. Os recordamos que también estamos en Facebook: AECSB ¡Gracias por vuestro apoyo!

¡Mucha fuerza y ánimo a todos!
 



martes, 26 de agosto de 2014

El final de tu zona de confort


El deseo adquiere sentido cuando soy capaz de transformarlo en acción - Jorge Bucay


¿Cuál es tu reacción inicial cuando te piden hacer algo que no te convence, cuando te piden salir de tu zona de confort? 

Día a día, nuestros padres, amigos, parejas, nos piden o sugieren hacer algo que todavía no hemos hecho nunca, o algo que nos cuesta hacer, o simplemente algo que nos provoca miedo, desconcentración, todo un abanico de emociones sobre lo que es nuevo. Esa emoción (protesta, desgana, motivación, etc...) es nuestra actitud ante el cambio, y todos sabemos que esa actitud es muy difícil de sustituir, pues se ha constituido como un hábito tras años de aprendizaje.

No sólo son los demás los que nos proponen enfrentarnos a las situaciones nuevas, sino que nosotros mismos, ya sea accidentalmente o persiguiendo un deseo, nos topamos con una emoción que consideramos aversiva, desagradable, que nos impide avanzar en la dirección deseada.


Todos podemos reaccionar de maneras muy distintas en esas situaciones, pero generalmente, haremos una de esas tres cosas: huir de esas situaciones, e incluso de nuestros pensamientos acerca de ello; evitarlos, no acercarnos; o ser agresivos con nosotros mismos y/o los demás. Son cosas que hemos hecho desde pequeños, ¿quién no se quemó con algo caliente alguna vez? Así, aprendimos a que no debemos tocar la plancha/la vitrocerámica/las cerillas. Sin embargo, todos buscamos de manera activa cosas que nos son agradables: salir de fiesta, comprarnos un capricho, escuchar un elogio. Son reacciones que inicialmente tenían una función de supervivencia, razonar de esa manera nos ayudaba hace miles de años. 

Con el tiempo, ese etiquetaje automático en bueno/malo, y la consiguiente huida y evitación de acontecimientos externos, se ha generalizado a nuestros propios pensamientos y emociones. Se ha convertido en un factor que influye en nuestras decisiones, y que, junto con otros factores (culturales, sobretodo), funciona en nuestra contra, automatizando nuestras acciones y maneras de reaccionar a los sucesos que acontecen día a día a nuestro alrededor. 

Esto conlleva ni siquiera poder afrontar esa situación tan desagradable, o una situación nueva, que nos produce miedo, porque huimos de sentirnos mal. Mejor dicho, nos privamos de considerar nuestra propia reacción o emoción ante tal evento como una decisión tomada conscientemente, nos privamos de reaccionar de una manera distinta, porque dejamos de experimentar.

Para entenderlo mejor, quiero que recordéis algún videojuego al que hayáis jugado. Casi todos tienen en común que podemos guardar una partida, y si matan a nuestro héroe, o pasa algo que no esperábamos, podemos cargar la partida y volver a jugar ese episodio, cambiando esta vez nuestras acciones. Podemos ver qué consecuencias tendrá si realizamos tal o cual acción (si el enemigo es más vulnerable a ataques mágicos o físicos, o si debemos llevarnos un escudo para atacarlo, pues es bastante más fuerte que nuestro héroe). Tenemos la “seguridad” de que podemos volver a empezar, algo que no pasa en la vida real. Si no nos damos el permiso de sufrir sin evitar, podemos dejar de vivir, sentir y experimentar muchos acontecimientos, tanto externos, como internos (pensamientos, emociones, etc…)

Sin embargo, todavía existe un cuarto tipo de respuesta, que es aceptar, recibir con los brazos abiertos cualquier cosa que venga del exterior e interior. Permitirte sufrir, consentirte tener miedo, librarte de controlarlo todo. Afrontar las cosas, sin caer en la trampa del control. Pienso que en el mundo existen cosas que están bajo tu control, y cosas que no. Elegir un valor que te es importante, y moverte en esa dirección, está bajo nuestro control. La muerte de un ser querido, sin embargo, no lo está. Si sabes distinguir entre esos dos tipos de eventos, la mitad del camino ya está hecha.

La clave no es tratar de controlar lo que pasa a tu alrededor, sino saber cómo lo estás viviendo, qué función tiene en ti tal o cual pensamiento o emoción que experimentas. A partir de ahí, podrás cambiar el mundo entero, pero primero tienes que conocerte y gestionarte. Podemos ser más capaces, más motivados, más competentes. Podemos movernos hacía una meta, estando tristes, desganados y horrorizados. Pues si no salimos de nuestra zona de confort, el aprendizaje no existirá, entonces quedaremos estancados. 

Para terminar, me gustaría adjuntar un enlace a un video que explica muy bien que es la zona de confort, que nos ofrece atrevernos a salir de ella y cómo podemos hacerlo.

Pero... para entender algo, lo mejor es experimentarlo, pues no es lo mismo contarlo que vivirlo, así que ¿Por qué no empiezas por hacer algo que te aterra, que te provoca desconcierto, hoy mismo?

 Elena Kunitsyna







jueves, 21 de agosto de 2014

Taller Práctico: Mindfulness & Memory

Se acerca el final de las vacaciones y con ello, empieza otro curso lectivo, ¡es hora de seguir adelante!

Seguramente por tu mente pasa la idea de empezar a hacer cambios y mejorar, sacar mejores notas, estar más calmado a la hora de hacer tus exámenes, organizarte mejor, etc. Queremos echarte un cable, y para eso te presentamos este taller, sabemos que este tipo de cursos aburren, así que ¡nada de rollos teóricos!, vamos al grano porque estamos cansados de tanta teoría, ¿tú no?



Con este taller totalmente práctico aprenderás estrategias para optimizar tu memoria, ¿quieres aprender a usarla mejor? ¿aumentar tu rendimiento académico? ¿rendir mejor en las oposiciones o prepararte para la Selectividad? ¡No te lo pienses más! 

Disfruta de un DESCUENTO EXCLUSIVO si eres estudiante o has participado en alguno de nuestros talleres (10€)

 ¡Te esperamos la semana que viene!

miércoles, 13 de agosto de 2014

Truco PIR 1

¡Hola Piradillos! ¡Qué gran experiencia!, estamos muy ilusionados por la cantidad y la calidad de trucos que estáis enviando, los hemos recopilado todos y aquí te los dejamos para que los disfrutes. Gracias especialmente a Nuria (Piraditis) por su constante apoyo, esto no hubiera sido posible sin ella; escribe muy bonito e interesante, podéis leerla en: nuriaazuaga.wordpress.com Estamos también en Facebook AECSB y nos haría mucha ilusión que nos ayudaráis a seguir creciendo. Esperamos que esta sea la primera entrega de muchas más, que la disfrutéis:
































































Y hasta aquí esta entrega, recordad que os esperamos cada martes en twitter, gracias a todos los que habéis participado con vuestras aportaciones.

¡Mucha fuerza y ánimo a todos!

jueves, 7 de agosto de 2014

Mi querida máquina de pensamientos. Parte I

Si hay una máquina en nuestro organismo a la cual, verdaderamente, le tenemos aprecio los humanos, esa, es nuestro cerebro. Esa máquina que nunca se detiene, incansable, cuya única función es generar pensamientos, ideas, recuerdos, comparaciones, juicios, etc. Cómo no apreciar a una maquina que nos permite evadirnos a realidades ficticias donde podemos ver como cumplimos nuestros sueños, ¿Verdad? 

Nuestra mente es capaz de llevarnos a lugares inhóspitos, donde un sol radiante nos broncea la piel mientras disfrutamos de unas agradables vistas, imaginarnos con la persona que deseamos estar o ver como alcanzamos nuestro apreciado éxito profesional, mientras estamos, por ejemplo, en clase de matemáticas, en la sala de espera en un hospital, o incluso en un velatorio, etc. ¿Quién no se ha dejado llevar por sus pensamientos alguna que otra vez y cuando se ha dado cuenta ve que ha recorrido cientos de kilómetros mientras conducía? Es algo sumamente normal, las personas pasamos una gran cantidad de tiempo en estar, bien, en los acontecimientos pasados o bien en acontecimientos futuros. Y por consiguiente, pasar mucho tiempo enganchados a nuestro contenido mental significa renegar de la experiencia real, la experiencia que tiene lugar aquí y ahora. 

Pero claro, esta máquina llamada cerebro, no solo fabrica pensamientos agradables, también fabrica pensamientos considerados negativos: “no vales nada” “tu pareja te está siendo infiel” “no puedo hablar en público” “me siento triste”, etc. Y ahí, en ese preciso momento, en el que nuestra mente comienza a producir pensamientos dolorosos, es cuando deseamos tener un botón de encendido/apagado para poder controlar el contenido de nuestra mente a nuestro antojo.  Deseamos a toda costa evitar estar en contacto con esos eventos privados que nos producen malestar, y esto es así debido a la influencia sociocultural en la que estamos anexados. Nos encontramos en una sociedad hedonista, regida por la búsqueda del placer constante y la evitación del malestar. Para las personas occidentales es intolerable plantearse estar en contacto con nuestros eventos privados negativos. ¿Es que somos masoquistas? Ninguna persona de esta “sociedad del bienestar” se detendría ni un milisegundo a contactar con su sufrimiento. Y ante la ausencia de un interruptor, no queda más alternativa de hacer todo lo posible para intentar reprimir, regular, cambiar o eliminar estos eventos privados negativos lo antes posible. 

Entonces, ¿No hay un botón para desactivar la mente?... NO. Pero, ¿podemos controlar nuestros pensamientos?... Desgraciadamente, y aunque suene desesperanzador, NO, no podemos controlar nuestros eventos privados (pensamientos, emociones, sensaciones).  

¿Cómo que no puedo controlar mi mente? Hagamos una práctica:

Imagínese un taxi… Bien, ¿listo?, ¿se lo ha imaginado?... Ok,  

¿Cómo es este taxi?, ¿es grande, pequeño?, ¿de qué color es?,  ¿cuántas puertas tiene?, tómese un tiempo para describirlo… ¿Cómo es la persona que lo conduce?, ¿Esta libre u ocupado?, ¿Cuántas personas van en el interior del taxi?...

Bien, ¿se lo imagina?... Ok, ahora, una vez que ya me ha descrito su taxi, quiero pedirle que haga algo, quiero que… olvides el taxi que acababas de imaginarte, que lo suprimas de tu mente para siempre, al igual que haces con el resto de pensamientos que no te gustan en tu vida diaria. ¿Preparado?...Ok, Ya puedes comenzar, elimínalo. 

¿Qué tal fue la prueba?, ¿fácil?, ¿Has podido no pensar en ese objeto?... No. No te preocupes, tomate unos segundos más. Y bien, ahora, ¿has podido?... SI, ¿si has podido?...

 Ok, pero, ¿cómo sabías que estabas realizando bien el ejercicio de no pensar en el objeto sin pensar en el?...

Vale, puedes volver a intentar la prueba de no pensar en el taxi, quizás, esta vez te pueda ayudar concentrarte en otro objeto durante la práctica, por ejemplo en visualizar una manzana. Tomate el tiempo que necesites… 

¿Qué tal, has conseguido no pensar en el taxi?... ¿Si?, Ok. Tal vez, esta forma de concentrarte en la manzana, parezca exitosa: “bien! acabo de pensar en una manzana y eso es correcto porque no pensé en el taxi.  Ok, pero el problema es que para verificar si la sustitución de una imagen cualquiera por la imagen del taxi es exitosa, hay que pensar forzosamente en el “taxi”. 

¿Aún crees que puedes controlar tus pensamientos?, no te preocupes, sigue entrenando, quizás hoy no pudiste porque estabas cansado, o no tenías un buen día. Tomate todo el tiempo que quieras, puedes utilizar tantas estrategias como quieras: auto instrucciones para no pensar, contar de dos en dos desde 100, probar la relajación, ver la tele, etc.
No existe peor virus que un pensamiento indeseable.

Continuará,

Adrián Muñoz