jueves, 13 de marzo de 2014

La autoestima: Un arma de doble filo

Día a día nos vemos rodeados por expresiones del tipo “debes quererte”, “es imposible gustar a los demás si no te gustas a ti mismo”, “si te sientes bien contigo mismo conseguirás aquello que te propongas”, y así una larga lista de frases que nos llevan a reflexionar sobre la importancia que la autoestima tiene en nuestras vidas.

Antes de continuar, me gustaría que os tomarais unos segundos y os plantearais la siguiente cuestión: “¿Qué concepto tengo sobre mí?” o mejor dicho, “¿Qué pienso de mí mismo”?; quizás lleve tiempo responder o quizás no, pero es esencial empezar a ser consientes sobre el tipo de afirmaciones que dirigimos hacia nosotros mismos. 

Forjamos la autoestima a lo largo de la vida y cualquier comportamiento ya sea de máxima importancia o insignificante nos lleva a realizar una valoración subjetiva de la situación, y no debemos olvidar que cada persona hace una valoración diferente en función de su percepción, punto de vista, intereses y deseos.  En base a esto, imaginad en un mismo escenario a dos personas diferentes: dos trabajadores competentes y responsables que deben entregar un informe al finalizar el mes y se les pasa por alto añadir un dato importante; mientras que uno se castiga diciéndose: “Eres un idiota, no mereces el puesto que tienes”, el otro reconoce que se ha equivocado, intenta arreglar su error y no se pone etiquetas del tipo “idiota” o generaliza que es un mal trabajador ¿Creéis que la valoración que hace uno y otro tendrá mella en su autoestima, y por lo tanto en la forma de verse a sí mismo?

Nos autovaloramos si percibimos que somos capaces de realizar aquello que para nosotros es importante, si tenemos o no las competencias necesarias para obtener los resultados deseados, o bien por el éxito, afecto o aceptación que generemos al realizar determinadas tareaso en las relaciones con los demás. 

Llegados a este punto sería conveniente preguntarnos cuales son nuestras debilidades y de qué forma vamos a trabajar para acercarnos a lo que nos gustaría ser. No hay nada malo en tener defectos, ¡TODOS LOS TENEMOS! El problema está en cómo los utilizamos para hacernos daño a nosotros mismos. 

Así mismo, invito a que reflexionéis sobre aspectos de vosotros mismos con los que os sintáis sumamente satisfechos, ¡no tengáis miedo en destacar vuestras virtudes y puntos fuertes! Vivimos en una cultura en la que existe cierta ambivalencia en hablar bien sobre uno mismo, dando imagen de prepotente o fanfarrón, no dejéis que esto os impida ver y valorar vuestros logros. 

Finalmente, la autoestima no es un concepto estático, sino todo lo contrario, se trata de algo dinámico que no tiene una fecha límite para empezar a trabajar. 

Dedícate tiempo, conócete y comienza el cambio desde dentro! 

Ruxandra Vasilescu

No hay comentarios:

Publicar un comentario