jueves, 17 de septiembre de 2015

Tópicos sobre la psicología que todo el mundo cree (II)

¡Hola a todos!

Hace un par de semanas publiqué el primero de una serie de artículos sobre tópicos relativos a la psicología que crean una imagen distorsionada e irreal sobre nuestro trabajo y no sólo nos perjudican a nosotros, sino a personas que podrían beneficiarse mucho con nuestra labor y que por desconocimiento, desinformación o vergüenza, no buscan asesoramiento. Continuemos pues con un par más de tópicos sobre la psicología:

“¿Eres psicólogo? Oye, no me estarás psicoanalizando, ¿no?”

Me hace mucha gracia cuando me dicen esto, y es que hay aún muchas personas que piensan que los psicólogos nos pasamos el día en modo Terminator, analizando cada gesto y cada palabra que dicen para extraer datos sobre su personalidad. Cada vez que me dicen esto, me vienen a la cabeza tres respuestas:

·         Respuesta corta: No.
·         Respuesta larga: Puedo deducir que no tienes ni idea de cuál es la labor de un psicólogo, y no hace falta analizar nada para llegar hasta ahí.
·         Respuesta que suelo usar para capear la situación: Si no me pagas, no.


 Sólo con mirarte unos minutos puedo conocer tu nivel de ansiedad, leerte el pensamiento 
y averiguar cuál es tu comida favorita. ¡La psicología me da superpoderes!

Para empezar, la psicología y el psicoanálisis son dos disciplinas diferentes, que parten de supuestos teóricos distintos y que no utilizan los mismos procedimientos en consulta, por lo que no son comparables ni mucho menos equiparables. Por otro lado, nuestro trabajo no es analizar a la persona que tenemos delante ni sacar conclusiones al azar (y sin contrastar) sobre su forma de ser basándonos en datos parciales y aislados que podamos observar en consulta: nuestra labor es examinar, en trabajo conjunto con el cliente, qué es lo que está causando que sus problemas se mantengan en el tiempo y qué alternativas puede tomar para llevar una vida más acorde con aquella que le gustaría. 

Dicho de otro modo, la terapia es un trabajo colaborativo cuyo objetivo es que el cliente tome conciencia de qué es lo que está fallando y decida qué medidas tomar para cambiarlo. Y si notamos algo peculiar en el lenguaje corporal, gestos, etc. del cliente, no nos ponemos a sacar conclusiones sin contrastar: simplemente, si creemos que es relevante para con el problema en cuestión, lo ponemos de manifiesto y se habla sobre ello. Sin misterios ni subterfugios.

 Y otro apunte: tampoco es cierto que el psicoanálisis se reduzca a penes y vaginas. 
Por muy salido que estuviera Freud.

“¿Psicología? Yo no creo en eso”

Hay muchas personas que colocan a la psicología al mismo nivel que la homeopatía u otras pseudociencias, afirmando que son cosas de “charlatanes” y “vendehumos” y que “ir al psicólogo” no sirve de nada. No obstante, las leyes de la conducta no se parecen en nada a los principios homeopáticos y, al contrario que éstos, tienen más que ver, por ejemplo, con la ley de la gravedad: siguen estando y funcionando igual independientemente de lo que creamos al respecto.

- Yo no creo que la ley de la gravedad sea cierta.
- Pues el barrigazo lo vas a pegar igual. 

Hay muchísima ciencia e innumerables estudios que respaldan las leyes básicas de la conducta animal y humana: aquellas conductas que tienen una consecuencia agradable (o la desaparición de algo desagradable) tienen mayor probabilidad de repetirse en el futuro, mientras que aquellas con consecuencias desagradables (o que nos hacen perder algo agradable) tienen menos posibilidades de repetirse. Bien es cierto que la conducta humana es mucho más compleja, pero estos procesos básicos subyacen a todo nuestro comportamiento, creamos en ello o no. Ningún ser humano está exento de las leyes de la conducta, ya que es ésa la manera en la que funcionamos.

 Nadie escapa a las leyes de la conducta. Ni a las de la termodinámica.

Hasta aquí el post de hoy. Próximamente iré desgranando más mitos (que los hay), ya que la cosa tiene miga. Como siempre, para cualquier cosa tenéis la sección de comentarios.

¡Un saludo!

Jorge Reina 

Artículo escrito por nuestro compañero Jorge Reina, psicoterapeuta y formador especialista en Inteligencia Emocional, Terapia de Aceptación y Compromiso, y Asesoramiento a personas y organizaciones.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Creo que el artículo es muy acertado excepto en una cosa. La psicología es la ciencia general y el psicoanálisis una de sus ramas. No son comparables en cuanto que una es muy genérica y la otra muy específica, pero son inseparables (es como decir que la medicina y la cirugía estética no son comparables ni equiparables y por tanto las separamos conceptualmente). Otro tema es si el modelo cognitivo-conductual y de tercera generación de los que hablas no se puedan comparar con el psicoanálisis. Sí se pueden comparar, lo que no se pueden es equiparar.

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